Vuelta a Espaa 2023: Vingegaard va a por el rojo
Jumbo-Visma sigue a lo suyo. Tan similar y al mismo tiempo tan diferente de aquel Sky dominador en la poca de Froome. Controlan y dominan el pelotn con la misma solidez que lo hacan los britnicos, pero al mismo tiempo son ofensivos, buscan el espectculo y son ambiciosos en sus objetivos. Hoy lo han vuelto a demostrar. Sin ninguna necesidad de atacar, por la buena posicin que ocupan sus tres corredores principales, han movido ficha logrando la victoria. Juegan y hacen a su antojo.
Vingegaard era el que mejores piernas tena (y el que viene teniendo desde pirineos) y se fue haca delante, metiendo tiempo a todos los rivales e incluso a sus compaeros de equipo. Hasta tal punto de que se ha quedado a medio minuto del lder Sepp Kuss y amenaza con asaltar el rojo maana, en una prueba tan exigente como ser L’Angliru. El estadounidense ya reconoci que desde el equipo nadie le regalara nada y hoy ha quedado claro con este ataque del dans, que abre el debate sobre la disputa por el liderato.
Pelea sin cuartel
La etapa era corta, tan solo de 120 kilmetros, con cierto sube y baja pero sin un desnivel prolongado hasta los ltimos seis kilmetros en Bejes. Sin embargo, la presencia parcial de la lluvia y el esfuerzo de los corredores pusieron la dureza en una etapa que se supona de transicin. La fuga definitiva lleg a formarse pasado el ecuador de la carrera y no lleg a coger una ventaja de ms de 1:30. Entre los corredores ms inquietos estuvieron Groves, para asegurar otro puado de puntos que le afiance en el malliot verde, Andreas Kron, Max Poole o Mattia Cattaneo.
Evenepoel cumple con lo prometido
Remco Evenepoel, despus de perder todas sus opciones en la lucha por la general el da del Tourmalet, sali a la etapa con final en Belagua con una mentalidad y objetivos totalmente diferentes: maillot de la montaa y etapas. Para ello, el belga atac buscando la fuga, pero Jumbo se encargaba de cerrar el hueco una y otra vez, hasta que hablando con Vingegaard, este, le cont que no queran permitir que se reenganchara a la general. Evenepoel le prometi que esa no era su intencin en varias ocasiones (hasta diez, comenta l) y las avispas cedieron. Para hoy, confes que se iba a dejar caer en la llegada a Bejes para seguir teniendo opciones a la fuga y as fue. Evenepoel cumpli con su palabra.